Nombre científico (Nombres comunes):
Manduca sexta (Polilla del tabaco, Polilla esfinge de Carolina, Polilla halcón de Carolina, Polilla de cuerno Goliat)
Nombre científico (Nombres comunes):
Manduza quinquemacu/ata (Polilla del tomate, Polilla halcón de cinco manchas)
Descripción:
Se pueden encontrar polillas del tabaco y polillas del tomate en áreas que abarcan desde el sur de Canadá hasta el Caribe. Estas especies se asemejan bastante y se comportan similarmente. La forma más fácil de distinguirlas, es observando sus marcas blancas. Las orugas del tabaco tienen siete rayas en el cuerpo que parecen líneas diagonales"/", mientras que las orugas del tomate tienen ocho números "7" invertidos en el cuerpo. Las orugas adultas, al transformarse en polilla, tienen una envergadura (distancia de ala a ala) que puede extenderse de 3 a 5 pulgadas, con cinco o seis pares de manchas amarillas o naranjas en el abdomen.
Comportamiento:
Las polillas adultas se asemejan a los colibríes porque se alimentan del néctar de las plantas y a veces se les llama erróneamente polillas colibríes. Las polillas adultas son más activas durante el amanecer y al anochecer. Existe evidencia de que estas polillas adultas son polinizadoras importantes, contrariamente a lo que se piensa de ellas en su etapa dañina de oruga voraz. A menudo encontramos a las orugas en las partes superiores de las plantas y en la parte inferior de las ramas.
Ciclo de vida:
Las polillas adultas se avistan por primera vez en primavera, después de haber emergido del suelo donde pasaron el invierno en su etapa de pupas. Estas polillas adultas pondrán de uno a cinco huevos en la parte inferior de una hoja. De estos huevos emergerán las orugas glotonas que conocemos, que después de un tiempo, escarbarán el suelo para enterrarse y repetir su ciclo de vida.

Oruga del tabaco en una planta de tomate. Foto, cortesía de Wendy Hanson Mazet.
Dieta y riesgos:
Tanto las polillas del tabaco como las del tomate suelen alimentarse de plantas solanáceas como las plantas de tomate, berenjena, pimiento, papa; también se alimentan de otras plantas anuales y malas hierbas. Dos o tres polillas son capaces de defoliar una planta entera, dejando por lo general, el tallo de la planta completamente desnudo con la excepción de las venas de las hojas.
Se sabe que las orugas también se comen la fruta de las plantas cuando ya han acabado con las hojas. Este daño es similar al daño que ocasionan las aves.
Monitoreo:
Inspeccione a diario sus plantas: busque daños, excrementos de insectos, huevos y orugas, esto le permitirá aplicar técnicas de control antes de que se conviertan en un problema. El excremento de estas especies es muy característico, es de color verde que se cambia a color negro a medida que se seca. Comuníquese con la oficina de Extension local si necesita ayuda con la identificación de alguna especie.

Oruga del tomate en una planta de tomate. Foto, cortesía de Wendy Hanson Mazet.
Control cultural:
La rotación de cultivos, con plantas que sean menos susceptibles a las orugas, puede ayudar a mantener bajas las poblaciones de orugas. Es beneficioso labrar la tierra ya que perturbará a las pupas que pasan el invierno bajo tierra. Esto debe hacerse en el otoño o principios de la primavera.
Control mecánico:
Una de las formas más efectivas de prevenir el crecimiento de las poblaciones de orugas, es retirar y erradicar manualmente las orugas y los huevecillos de las plantas. Durante el día las orugas no se distinguen bien por su verde camuflaje; sin embargo, si utiliza una luz ultravioleta por la noche, esta luz hará que las orugas brillen y serán más fáciles de localizar y retirar de las plantas.

Polilla del tomate en su etapa adulta. Foto por pimmimemom, stock.adobe.com.
Control biológico:
Hay una gran variedad de parásitos que ayudan a controlar las orugas. Por ejemplo, las avispas parasitoides que comúnmente encontramos en los jardines, ponen sus huevos dentro de la oruga y se alimentan de ella. Los parásitos desarrollan capullos que parecen granos de arroz en su exterior.
Cuando retire las orugas de su jardín, recuerde conservar las que hayan sido parasitadas para ayudar a mantener la población de avispas parasitoides.
Algunos jardineros toleran a las orugas en pequeñas cantidades, ya que pueden ayudar a defoliar las plantas.

Daño causado a una planta de tomate por una oruga del tomate. Foto cortesía de Wendy Hanson Mazet.
Control químico:
El uso de plaguicidas para controlar las orugas puede aumentar el riesgo de una población excesiva de pulgones, ya que los plaguicidas pueden matar accidentalmente a los insectos beneficiosos que se alimentan de pulgones. El Bt (Bacillus thuringiensis) es un plaguicida biológico que puede utilizarse como alternativa a los plaguicidas químicos. Si aplica un plaguicida, lea detenidamente y en su totalidad la etiqueta del producto antes de aplicarlo.

Oruga del tabaco que ha sido parasitada por una avispa. Foto de dougsmit, pixabay.com.